El cesto de los tesoros

 
Es una actividad que puede llevarse a cabo con bebés que han aprendido a sentarse sin ayuda, ya que la exploración del contenido del cesto les será más sencilla.
Consiste básicamente en escoger un cesto para guardar una gran variedad de objetos cotidianos que tengamos en casa, con la única condición de que no representen ningún peligro para los peques. Hay que tener en cuenta que esos objetos los manipulará como parte del proceso de exploración de su entorno, por lo que podrá chuparlos, apretarlos y golpearlos en repetidas ocasiones.
El papel de sus papis es el de acompañar a su peque, sin interferir ni guiar su elección, simplemente supervisando y aportándole seguridad.
Lo más recomendable es seleccionar objetos de diversas formas y materiales para conformar el cesto, algunos componentes pueden ser:
  • Objetos de madera como cucharas, peines, brochas, pinzas de ropa.
  • Llaves, cucharas, pocillos, moldes y demás utensilios de cocina que no representen un peligro.
  • Trozos de tela, toallas, pelotas de tenis, prendas de ropa.
  • Un cepillo de dientes, botellas de plástico, pinzas de pelo, esponjas.
  • Frutas, conchas de mar.

    Todos los objetos deben ser seguros, sin piezas pequeñas que puedan separarse, sin pinturas o barnices que se desprendan, sin bordes puntiagudos o acabados cortantes. Deben revisar el estado de los objetos con frecuencia, en cuanto alguno se haya dañado o deje de gustarle lo retiraremos para mantener siempre su atención cautiva.
    La experiencia que aporta al ejercicio y posterior desarrollo de sus sentidos le permitirá asomarse hacia una ventana al mundo que le rodea, animándolo a aprender cosas nuevas, a reflexionar y sacar sus propias conclusiones, así como a desarrollar sus propias preferencias.
    Regresar al Blog

    Conócenos más, síguenos en Instagram

    #SomosClubLibritos