Dormir solo, un reto enorme para los pequeños.


Acompañamiento del libro: Mi pequeño dinosaurio.
El colecho tiene muchos beneficios en las primeras etapas de vida. Dormir con mamá y papá le da a tu peque una mayor sensación de seguridad y consuelo, fomenta el apego seguro y reduce los despertares nocturnos. Pero... llega el momento en que tiene que dormir en su propia habitación, y esa transición puede ser bastante aterradora para los pequeños, porque ya no estarán ahí para abrazarlos en las noches oscuras.
Los expertos recomiendan que los niños y niñas empiecen a dormir solos a partir de los 6 meses a 1 año de edad. Cuanto más grande sea tu hijo, más difícil puede ser la adaptación a su nueva cama. Un colecho prolongado tiene varias desventajas, tanto para el peque como para los papás. Aquí te dejamos algunas:
  • Falta de independencia.
  • Malas noches de descanso para los padres.
  • Dificultades en la vida de pareja.
  • Riesgos físicos en los bebés.

Consejos para una transición exitosa:

  1. Crea su espacio: La habitación de tu peque debe ser un lugar que le encante. Asegúrate de que tenga sus cosas favoritas, sus juguetes, y sobre todo, una cama cómoda y suave para que pueda descansar a gusto.
  2. Establece una rutina: Tener una rutina ayuda a que tu hijo se acostumbre a dormir solo. Leerle un cuento o cantar canciones de cuna antes de dormir le hará sentirse más relajado.
  3. Refuerza la conducta: Celebra cada vez que logre dormir en su cuarto y destaca lo genial que es tener su propio espacio.
  4. Transición gradual: Si tu peque está muy acostumbrado al colecho, hacer una transición gradual puede ser la mejor opción. Al principio puede ser difícil, pero a largo plazo, tu peque se sentirá más seguro y confiado.

¿Por qué no quiere dormir solo?

Existen varias razones por las que tu peque no quiere dormir solo. Estas pueden ser emocionales, psicológicas o de seguridad:
  • Miedo a la oscuridad: Los niños y niñas tienen una imaginación increíble, y la falta de luz puede hacer que imaginen monstruos o cosas que les asusten.
  • Ansiedad por separación: Estar lejos de mamá y papá puede hacer que sientan miedo o tristeza.
  • Pesadillas: Las pesadillas son comunes en la infancia. Muchos niños asocian la hora de dormir con algo malo por el miedo de tener malos sueños. Dormir con sus padres les da consuelo si se despiertan asustados.
Puedes ofrecerle un objeto de consuelo, los peluches y la hora de dormir son la combinación perfecta. Tener algo que abrazar les ayuda a sentirse seguros y protegidos. También puedes poner una luz de noche o algún juguete que brille. Con paciencia y pequeñas estrategias, es posible que se sienta más cómodo durmiendo en su propio espacio.
 
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