Carta pedagógica: Ciencia divertida para niños
04 septiembre, 2023
Acompañamiento del libro: Bruno y el big bang
La curiosidad es una cualidad propia de la infancia. Los niños rebosan de preguntas sobre el mundo que los rodea y sienten un impulso auténtico por investigar cómo funcionan las cosas. Corresponde a sus padres aprovechar esta característica innata para canalizar su entusiasmo, de manera que los pequeños entren en contacto con la ciencia lo antes posible.
Los intereses de los niños se desarrollan desde las primeras etapas de su crecimiento, determinando en gran medida los temas que llamarán su atención más adelante en la vida. Se estima que entre los 5 y los 7 años de edad, la mayoría de los niños forman una imagen básica sobre el significado de ciencia, desarrollando una actitud positiva o negativa que les permanecerá arraigada durante mucho tiempo.
Aprovechar la predisposición natural que tienen en sus primeras etapas de desarrollo puede alimentar una actitud positiva hacia la ciencia que permanecerá con ellos durante su vida, animándolos a explorar y experimentar diferentes áreas del conocimiento mientras desarrollan sus propios intereses y pasiones.
¿Por qué se recomienda que los niños aprendan sobre ciencia desde pequeños?
- Les proporciona un conocimiento más amplio del mundo
Las múltiples disciplinas científicas proporcionan a los niños una imagen más amplia sobre el funcionamiento de las cosas. Brindan información sobre el mundo que los rodea, desde el cuerpo humano hasta la mecánica de un automóvil o la conformación del sistema solar. Ese conocimiento se convierte en la base para asimilar nuevos conceptos, encontrar relaciones entre fenómenos y desarrollar una perspectiva más completa de su realidad.
- Aprenden habilidades de resolución de problemas
Los desafíos científicos promueven el desarrollo de habilidades de resolución de problemas en los niños. La ciencia estimula los procesos de análisis y síntesis, operaciones básicas del pensamiento que promueven habilidades investigativas. Al aprender a hacer preguntas, los niños comienzan a formular hipótesis, lo cual aporta en el desarrollo de su pensamiento lógico. De esta forma aprenden a pensar por su cuenta y a llegar a conclusiones, potenciando su pensamiento libre.
- Desarrollan competencias necesarias para la vida
El acercamiento a actividades científicas brinda a los niños oportunidades para desarrollar y practicar diferentes habilidades y cualidades que serán claves para su vida. Les enseñan a mantenerse concentrados en una tarea y les animan a tomar decisiones informadas y sacar sus propias conclusiones basándose en observaciones y experimentos. Pueden potenciar también sus habilidades colaborativas, así como sus competencias comunicativas.
- Estimula la creatividad
Con la ciencia los niños aprenden a generar nuevas ideas, establecen conexiones entre diferentes conceptos y buscan soluciones nuevas, lo cual puede conducirles a desarrollar nuevos descubrimientos en el futuro.
- Alienta el respeto por la naturaleza y las formas de vida
Al comprender cómo está formada la Tierra y el delicado equilibrio existente entre los seres vivos, los niños se sienten más identificados con el planeta y las diversas formas de vida que lo conforman, sembrando en ellos la idea del cuidado ambiental y el uso racional de los recursos naturales. Al comprender el impacto de los cambios ambientales y la actividad humana en los ecosistemas, desarrollan una conciencia medioambiental, sembrando en ellos el amor y respeto por la naturaleza.
¿Cómo podemos promover el interés por la ciencia en la infancia?
Independientemente de las materias que se imparten en el colegio, en casa es el mejor lugar donde tus hijos pueden desarrollar el gusto por la ciencia desde sus primeras etapas de crecimiento. Aquí te compartimos algunas ideas y actividades que podrían ayudar a despertar su curiosidad y fomentar la pasión de tus pequeñitos por la ciencia.
- Experimentos interactivos
Pueden realizar experimentos simples y seguros en casa, como volcanes con bicarbonato de sodio, limón y plastilina, observar fenómenos naturales, incluso germinar una semilla es una actividad que implica la observación y comprensión de un proceso natural.
- Visitas a museos y centros de investigación
Son lugares donde además de cultivarse, pueden interactuar con exhibiciones y actividades relacionadas con la ciencia. Estos lugares suelen tener demostraciones diseñadas para un público infantil.
- Lecturas y libros de ciencia
Pueden optar por libros ilustrados, cómics o novelas gráficas diseñadas para niños. Hay de una infinidad de temas, como el espacio, la selva, el reino vegetal o animal, tecnología o inventos. Hay para todos los gustos e intereses.
- Programas de TV y videos educativos
Existen muchos canales de televisión y YouTube especializados en la divulgación científica para el público infantil, los cuales presentan conceptos científicos de una manera entretenida y entendible. Pueden buscar aquellos que abordan los temas que les interesan para verlos juntos, fomentando la discusión y el intercambio de ideas.
- Actividades al aire libre
Actividades como la observación de aves, recolección de hojas, plantas, flores, musgos, hongos y demás componentes del ecosistema son excelentes para aprender sobre el entorno natural y descubrir conceptos científicos mientras se divierten al aire libre. Es importante tu supervisión en estas actividades, para evitar accidentes o encuentros con especies peligrosas. Recuerda no perturbar a los animales y tomar solo pequeñas muestras de follaje de las plantas.
Es importante fomentar la curiosidad y el juego para hacer del aprendizaje científico una actividad divertida. Contesta las dudas que tengan tus pequeños, y si no cuentan con las respuestas, anímalos a investigar y forma parte del proceso. Al mantener un enfoque lúdico y divertido, podrás cultivar el interés de los niños por la ciencia y motivarlos a seguir aprendiendo y explorando el fascinante mundo que nos rodea.