Carta pedagógica: Rutina para antes de dormir para niños pequeños

Carta de Club Libritos

Acompañamiento del libro: Buenas noches

Una parte importante para el desarrollo en la infancia y que genera muchas dudas entre las familias, pero que pasa desapercibido muchas veces, es el tema del sueño y el descanso infantil. Es deber de los padres informarse para ayudar a sus pequeños a dormir las horas suficientes y logren conseguir un sueño reparador. Parece una tarea sencilla a simple vista, pero puede complicarse cuando los niños se sienten con energía o hacen dramas antes de acostarse.
Es donde toma relevancia la importancia de las rutinas en casa. Una rutina diaria ayuda a los pequeñitos a experimentar un sentimiento de seguridad, calma y tranquilidad al cumplir con sus actividades de manera cotidiana. Al no tener noción de una rutina en su día a día, pueden experimentar una sensación de incertidumbre.
Por rutina no hay que entender una serie de acciones monótonas, más bien se trata de una forma de estructurar el tiempo en bloques de actividades que suceden unas a otras de forma consecutiva. Por lo tanto, antes de ir a la cama, estas acciones marcarán la manera en que los niños hayan gastado sus energías y aprovechado su día antes de irse a descansar.
Para que una rutina sea efectiva, debe coincidir en los horarios casi de manera diaria, pudiendo exceptuar los días de vacaciones y fines de semana. Para asegurar un ciclo de descanso óptimo, debemos procurar que el horario de ir a la cama no se alargue hasta bien entrada la noche (pasando las 10 de la noche). Los niños que se van a la cama antes de esa hora y gozan de ciclos de sueño ininterrumpidos tienen un mejor humor, un buen rendimiento escolar y son más saludables.
La rutina debe acoplarse a las actividades y necesidades diarias de cada familia, sin embargo, para lograr que al final de día sus pequeños no batallen para irse a la cama, lo mejor es agregar dinámicas tranquilas y relajantes al terminar su jornada. Esto excluye el uso de pantallas, video juegos, actividades que impliquen correr, bailar, brincar o sobresaltarse. Estas pueden seer benéficas para su desarrollo, sin embargo, lo mejor es que se lleven a cabo a lo largo del día, pues ponen inquietos a los niños y lo más probable es que se nieguen a dormir con tanta energía puesta en marcha.

Podemos tomar como ejemplo la siguiente rutina nocturna:

  • Cenar: alrededor de las 8-8:30 de la noche
  • Ponerse el pijama: justo después de cenar, para estar cómodos
  • Lavarse los dientes: utilicen pasta dentífrica, hilo dental y enjuague bucal para eliminar rastros de comida en la boca
  • Hora de acostarse: pueden pasar 15-20 minutos platicando o leyendo algún libro o cuento para relajarse
  • Un beso de buenas noches, luces apagadas y ¡a dormir! 
Este es solo un ejemplo, recuerda algo muy importante: sus rutinas en casa no tienen por qué ser monótonas y aburridas. El punto es organizar bloques de actividades parecidas cada día, para que los niños aprendan lo que tienen que hacer, sintiéndose seguros de lo que les corresponde cumplir, a qué hora inician sus actividades, cuándo serán sus comidas, cuáles serán sus responsabilidades por cubrir, el tiempo que tendrán para jugar, etc.
En el caso de la rutina para antes de dormir, pueden variar un poco, organizando cuatro o cinco bloques de actividades diferentes antes de la hora de descansar. Por ejemplo, un día pueden leer un libro, el siguiente pueden inventar un cuento, otro puedes hacerle un masaje relajante en el cuello y espalda, y por último tomar una ducha antes de dormir para caer rendidos apenas al tocar su cama. Eviten a toda costa tomar bebidas gaseosas o con cafeína durante la noche, al igual que cenar demasiado o tomar mucha agua.   
En el caso de que experimenten dificultades para conciliar el sueño, programar actividades deportivas durante la tarde los ayudará a sentirse cansados durante la noche. Pueden intentar tomar una ducha relajante con música clásica, una cena ligera, un cuento y apapachos. Seguro que esta combinación será suficiente para que su cuerpo pida un descanso apenas se asome la luna en el cielo.
Una rutina firme a la hora de dormir es la base para una mañana sin estrés antes de ir a la escuela o de comenzar sus actividades. Pueden intentar avanzar con algunas tareas una noche antes, como preparar su almuerzo, uniforme escolar y sus útiles. De esta forma, cuando llegue la mañana, su rutina sucederá sin prisas ni estrés.
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