Carta Pedagógica: Pasos para enseñarle a tu hijo a regular sus emociones
13 enero, 2023
Acompañamiento del libro: Ula y Hop
Aparecen nuevas preocupaciones y complejos, prácticamente los peques (ya no tan pequeñitos) tienen que adaptarse a los cambios en su cuerpo, lo cual puede despertar la sensación de volverse mayor cuando aún son niños. Los amigos y compañeros de escuela comienzan a ejercer mayor presión sobre ellos, su imagen personal comienza a cobrar mayor importancia, así como la opinión de quienes conforman su círculo social.
Los principales cambios que observamos en los niños durante esta etapa son:- Cambios físicos. Hay una glándula llamada hipófisis, se encuentra situada en el cerebro y comienza a segregar hormonas de crecimiento y maduración sexual entre los 9 y 12 años. Los cambios suelen presentarse antes en niñas que en niños.
- Cambios en su conducta. Además de generar cambios físicos, la presencia de hormonas comienza a modificar su comportamiento. Pueden presentarse arranques emocionales, con episodios de enfados e ira, también suelen desarrollar una actitud rebelde durante esta etapa.
- Cambios emocionales. El efecto de las hormonas puede llevarlos a experimentar momentos de gran euforia y felicidad, así como episodios de enfado y frustración.
- Cambios en sus relaciones interpersonales. Comienzan a prestar atención en su aspecto personal y se preocupan por la opinión que tienen los demás hacia su persona.
- Cambios en la convivencia familiar. Comenzarán a protestar por las normas y reglas de convivencia en casa. Buscarán formas de saltarse esas reglas. A la par empezarán a sentirse avergonzados ante las muestras de afecto en público. No significa que no les guste sentirse queridos, más bien es parte de un proceso de reafirmación de su “YO” ante el mundo.
- Cambios psicológicos. Empieza un proceso de autonomía, el deseo de apartarse de sus padres será algo latente. Es más una separación psicológica que física, pues siguen dependiendo de ellos.
Una relación positiva entre padres e hijos será clave para que esta etapa de crecimiento sea más fácil de sobrellevar. Esta edad genera mucha confusión en los niños, pues es un periodo de transición de la niñez a la adolescencia. Necesitan más que nunca contar con el apoyo de sus padres para superar esta etapa.
Mantener una actitud firme pero respetuosa, tolerante y paciente será primordial para fortalecer el vínculo y no dañar su relación. Siempre es importante recalcar la importancia de las normas de convivencia, pues mantener una serie de reglas y normas claras, adaptadas a la edad de los niños, será una herramienta decisiva en esta etapa que requiere de comprensión pero también de marcar límites.
Teniendo en cuenta los cambios ocurridos durante la pubertad, los padres deben establecerse objetivos para enseñar a sus hijos el autocontrol de sus emociones. Manejar correctamente sus emociones les dotará de una herramienta eficaz para hacer frente a prácticamente cualquier situación. La importancia de este proceso radica en que conforme crecen, los niños se vuelven más independientes, dejando en sus manos la toma de decisiones en entornos donde los padres no tienen participación.
Estos son algunos consejos que podrían serte útiles a la hora de tratar con un niño que se encuentre transitando por la pubertad.
- Hazlo sentir escuchado y acompañado sin mostrar una actitud invasiva. Hay días en que solo necesitamos que nos escuchen, la auto reflexión viene enseguida que nos descargamos de esa pesada carga emocional. Una vez más, la importancia de estrechar lazos afectivos y de confianza es vital para generar una relación de confianza mutua. Evita los sermones, un consejo es mejor cuando se pide.
- Cuando tengan algún compromiso familiar, o cuando haya algún evento importante como una entrega escolar, alguna presentación o el cumpleaños de su mejor amigo, tenlo en cuenta como si fuera importante para ti también. Anótalo en un calendario y recuérdaselo constantemente. Así evitarán la crisis de “lo tenía presente pero se me pasó”.
- Reconocer cómo nos sentimos es el primer paso para controlar las emociones. Procura poner atención a sus cambios de humor y pregunta por las situaciones que pudieran ocasionarlos de manera sutil. Mantener una relación amigable y de respeto con sus amistades puede ayudarte a indagar cuando no tengan la confianza de expresarlo contigo. Punto para los espías encubiertos.
- Este es un gran consejo para niños, adolescentes y adultos. Muchas cosas que nos hacen enojar o sentirnos tristes suceden sin esa intención. Podemos percibirlo de esa forma porque generan una reacción emocional en nuestro interior. Es distinto si entendemos que, aunque estuvo mal, fue una situación desafortunada que no tenía la intención de lastimarnos. Aun cuando discutimos con alguien, practicar el desapego ante situaciones que no dependen de nosotros nos ahorrará malos ratos.
- Cuando observamos que los niños comienzan a controlar sus emociones adecuadamente no debemos dudar en hacérselos saber. Esto los ayudará a reconocer que son capaces de controlar sus impulsos, lo cual reforzará esta acción en futuras ocasiones, incluso cuando la situación sea más complicada de sobrellevar.
- Es imposible enseñarle a un niño haciendo completamente lo contrario que estamos intentando inculcar. ¿De qué serviría enseñarle a controlar sus impulsos si a la primera provocación perdemos la cabeza? Es indispensable la auto crítica, manejar nuestras emociones y trabajar en ellas es la mejor lección que podemos dejarles. Intenta ser su modelo a seguir.
El camino al autocontrol es un sendero permanente. A los adultos nos cuesta muchas veces, por ello debemos entender que para los niños es una tarea todavía más complicada. Acompaña a tu hijo en su camino, mantente cerca aun cuando el pida espacio. No es necesario estar con el todo el tiempo, la mejor manera de acompañarlo de enseñarle con tu ejemplo y demostrándole tu amor y cariño incondicionales.