Carta pedagógica: Motivación para pequeñitos

Carta de Club Libritos
Acompañamiento del libro: El escondite de las ganas
La motivación es el principal motor de la conducta de un niño y es un factor imprescindible para que se desarrolle en todas sus etapas de crecimiento. Es lo que incentiva a los peques tanto a adoptar una conducta como a dedicarle tiempo a una actividad que les gusta, lo suficiente como para trazarse un objetivo y perseguirlo.
Los niños son curiosos por naturaleza y están despiertos a experiencias nuevas, ambos factores despiertan el sentimiento de fascinación en ellos. Cuando logramos motivar a un pequeñito podemos hacer que trabaje con pasión hasta conseguir lo que quiere. Normalmente, al alcanzar un objetivo tiene que encontrar uno nuevo para seguir creciendo y refinando sus habilidades.
Podemos distinguir entre dos factores motivacionales. Los primeros son aquellos denominados intrínsecos, se trata de aquellos basados en acciones que producen placer por sí mismas. Si a tu peque le gusta dibujar, cada vez que dedique tiempo a hacerlo sentirá una motivación intrínseca al hacerlo.
En cambio, si quiere ganar un concurso de dibujo en la escuela porque están ofreciendo un premio que llama su atención, cada vez que se siente a dibujar preparando algo para el concurso sentirá una motivación de tipo extrínseca. Por lo general, los factores motivacionales intrínsecos son los que hacen que un niño se involucre y se motive más.
Por otro lado, también existen ciertos factores desmotivacionales, entre los cuales podemos destacar las etiquetas, algunas veces impuestas por el medio social cercano o autoimpuestas como respuesta a una presión constante. Las etiquetas condicionan la forma de pensar de los chicos a la hora de enfrentar un reto o tarea nueva. Implican un gran desafío, pues resulta complicado cambiar esa imagen, tanto para sí mismos como para sus pares o maestros.
Existen condiciones que dificultan a los niños para dedicarle esfuerzo y atención a un área donde hace falta ser constantes. No tiene nada que ver con que sean perezosos o desinteresados, condiciones como el Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) o el espectro autista pueden dificultar su concentración y rendimiento en la escuela, dando lugar muchas veces a motes o etiquetas.
En estos casos, el apoyo por parte de sus padres y la comprensión de compañeros y profesores son decisivos para un cambio de paradigma en su personalidad. Enseñarle a poner en práctica los valores de la resiliencia y la perseverancia será primordial para superar esas etiquetas.

Pautas para motivar a los niños

  • Aprendemos mejor cuando nos divertimos. Al aburrirnos desconectamos con nuestro entorno, divertirnos nos ayuda a conectar con lo que estamos haciendo.
  • El interés nace de la curiosidad. Así logramos captar la atención de tu peque y despertar un atisbo de curiosidad.
  • Establece un lenguaje y vías de comunicación seguras. Conoce a tu hijo o hija, platiquen de las cosas que le gustan, las que tienen en común y los puntos en que no están de acuerdo. De esta forma generan un vínculo mientras fortalecen su comunicación.
  • Fomenta el juego libre. Los niños aman jugar, y si pueden aprender mientras juegan están aprendiendo el doble. Fomentar el juego libre donde descubren, inventan y se interesan en diversos temas les motiva a seguir investigando y aprendiendo.
  • Favorece el movimiento y la acción. La naturaleza de los niños es inquieta, darles la oportunidad de explayarse favorece su espíritu creativo y su curiosidad. Dale la oportunidad de explorar para conocer su entorno.
  • Involúcrale en el proceso. Hazle partícipe de su propio proceso de aprendizaje, que descubra los intereses que le motivan a desarrollar sus capacidades para establecerse objetivos y alcanzar sus propias metas.
  • Presta atención a sus peculiaridades. Cada persona es única, todos nacemos con talentos y características que nos vuelven especiales. Los intereses que nos motivan son particulares, apoya aquellos que apasionan a tu hijo/a.
  • Despierta su interés. Aportándole aprendizajes significativos a través de experiencias como visitas a museos, parques temáticos, ferias, convenciones, áreas naturales protegidas y demás lugares que aportan experiencias positivas.

La motivación es una de las herramientas más importantes que podemos transmitirle a los niños para alcanzar sus objetivos. Es indispensable motivarles a conocer el mundo que les rodea, a hacerse preguntas y empujarlos a encontrar respuestas, poniendo nuestro apoyo incondicional de por medio.

Que los niños estén motivados es esencial para que den lo mejor de sí mismos en la escuela, entre sus amigos, en casa, y en general en todos los ámbitos donde se desempeñan. Crear un ambiente para educarlos con base al esfuerzo y la dedicación es muy importante, ya que un niño motivado se esfuerza más, tiene una mejor actitud y será capaz de enfrentarse y abordar los problemas que se presenten en su camino de diferentes maneras.

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