Carta pedagógica: La importancia de defender aquello en lo que crees

Acompañamiento del libro: La historia de greta

En la vida, es inevitable encontrarse con situaciones en las que nuestras creencias y valores sean desafiados. Ya sea en la escuela, en el hogar o en la sociedad en general, es importante que nuestros hijos aprendan a mantenerse firmes en aquello en lo que creen y a expresar sus opiniones de manera respetuosa y constructiva.
Enseñar a los niños a defender sus puntos de vista comienza con fomentar su confianza en sí mismos y en sus propias habilidades. Es importante que sepan que sus opiniones son válidas y que tienen derecho a expresarlas, incluso si difieren de las de los demás. Alentémoslos a hablar con sinceridad y a escuchar atentamente las opiniones de los demás, fomentando así un diálogo abierto y respetuoso.
Además, es fundamental enseñar a nuestros hijos a respaldar sus argumentos con hechos y evidencia, animándolos a investigar y obtener información sobre los temas que les interesan, y a utilizar esa información para fundamentar sus opiniones. De esta manera, aprenderán a ser pensadores críticos y a tomar decisiones informadas.
Para lograr esto no es necesario salir a calle con pancartas y exigir al gobierno nada, como Greta Thunberg, aunque puedes hacerlo si así loconsideras necesario. Sin embargo, como en la mayor parte de la crianza, las oportunidades para fomentar valores se presentan en las actividades del día a día.
Aquí tienes tres formas de enseñar a los niños a defender sus puntos de vista y luchar por lo que quieren en ejemplos de la vida diaria:
  1. Practicar el arte de la negociación: Cuando surge un desacuerdo en la familia, como decidir qué película ver o qué juego jugar, involucra a tus hijos en el proceso de toma de decisiones. Anímalos a expresar sus opiniones y a negociar compromisos. Por ejemplo, si un niño quiere ver una película de acción y el otro prefiere una de aventuras, pueden acordar ver una película que combine ambos géneros o alternar la elección de la película cada semana. Esta práctica les enseña a respetar las opiniones de los demás y a encontrar soluciones que satisfagan a ambas partes.
  2. Apoyar sus intereses y pasiones: Si un niño expresa un interés particular en un hobby, deporte o actividad extracurricular, apóyalo y ayúdalo a desarrollar sus habilidades en ese ámbito. Por ejemplo, si a tu hijo le apasiona el arte, bríndale los recursos y el espacio para que pueda explorar su creatividad. Si muestra un deseo de participar en un deporte específico, inscríbelo en clases o equipos deportivos. Este apoyo les enseña que sus intereses son válidos y que tienen derecho a perseguir sus pasiones, incluso si difieren de las de los demás.
  3. Inculcar la responsabilidad personal: Enseña a tus hijos a asumir la responsabilidad de sus acciones y decisiones. Por ejemplo, si un niño quiere planificar una fiesta de cumpleaños con sus amigos, involúcralo en la organización y la toma de decisiones, como elegir el tema, la decoración y las actividades. Permítele experimentar las consecuencias de sus elecciones, tanto positivas como negativas, y apóyalo en el proceso de aprendizaje. Esto les enseña a ser proactivos, a defender sus ideas y a enfrentar los desafíos con confianza.
Estas son solo algunas formas en las que puedes enseñar a tus hijos a defender sus puntos de vista y luchar por lo que quieren en la vida diaria. Al proporcionarles oportunidades para practicar estas habilidades y alentarlos a expresarse con confianza, estás ayudando a prepararlos para enfrentar los desafíos que encontrarán en el futuro.
También es importante enseñar a los niños a enfrentar la adversidad y a no rendirse cuando se enfrentan a la oposición. Anímalos a perseverar en la defensa de sus convicciones, incluso cuando se sientan desanimados o enfrenten críticas. Recordémosles que cada desafío es una oportunidad para crecer y aprender, y que la valentía y la determinación son cualidades admirables que los ayudarán a alcanzar sus metas en la vida.
Por último, es crucial modelar el comportamiento que deseamos ver en nuestros hijos. Seamos ejemplos de respeto, tolerancia y apertura al diálogo, tanto en nuestras interacciones con ellos como en nuestras interacciones con los demás. De esta manera, les mostramos cómo defender sus puntos de vista de manera efectiva y respetuosa en cualquier situación.
En resumen, enseñar a los niños a defender sus puntos de vista es un proceso continuo que requiere paciencia, comprensión y apoyo. Al fomentar su confianza, enseñarles a respaldar sus argumentos con evidencia y modelar el comportamiento deseado, podemos ayudarlos a convertirse en individuos seguros de sí mismos y capaces de hacerse escuchar en un mundo diverso y complejo.
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