Carta pedagógica: Ideas para fomentar el descubrimiento en los niños

Carta de Club Libritos
Acompañamiento del libro: La canción del parque
Hay una pregunta que asalta la cabeza de todos los padres por lo menos una vez en su vida: ¿cómo puedo animar a mi hijo a probar algo nuevo? A pesar de que la curiosidad es una característica inmanente en la niñez, muchos pequeños se muestran renuentes a probar cosas nuevas, ya sea que se trate de comida o de una actividad o habilidad diferente. Les gusta lo que conocen y saben lo que les gusta.
Como padres, el papel que jugamos es el de cuidadores, maestros y a la vez animadores, por lo que una de las formas más obvias para fomentar el aprendizaje en los niños es a partir del ejemplo. Debemos mostrar una actitud abierta y sin pretensiones hacia las cosas nuevas, de esta forma los pequeños se mostrarán más seguros y entusiasmados ante nuevos conocimientos, retos u oportunidades.
Es importante transmitir a los niños la idea de que el aprendizaje puede ocurrir en cualquier momento, a cualquier edad y en cualquier escenario. Una forma muy sencilla de fomentar el aprendizaje en los niños es leyéndoles y motivarlos a leer, ya que es parte esencial del desarrollo del lenguaje y el vocabulario. Animar a los niños a leer es una excelente manera de fortalecer sus habilidades, al mismo tiempo en que les ayuda a crecer y a encontrar sus propios gustos.
Los niños necesitan que se les anime a salir a experimentar el mundo, y los padres y cuidadores necesitan ayuda para saber cómo proporcionarles ese impulso sin que se sientan inseguros o sobreexpuestos.
Por ello te dejamos a continuación algunos consejos para animar a los pequeños consentidos de casa a probar cosas nuevas sin temor.
 

Empieza por algo conocido

Pueden elegir algo que ya le guste o ha manifestado que se le da bien, para empujarle a probarlo en un entorno nuevo o ligeramente distinto. La idea es tomar una fortaleza de los niños y utilizarla para que intenten nuevas experiencias, tomando sus puntos fuertes como trampolín para intentar cosas nuevas.
¿En qué son buenos?, ¿en qué se sienten cómodos?, ¿cómo podemos ayudarlos a mejorar? Por ejemplo, si les gusta la música podemos incentivar la idea de aprender a tocar un instrumento. Esa puede ser una oportunidad para empujar a tu pequeño a probar algo nuevo relacionado con una afición suya.

Incluye algo nuevo en la rutina diaria

    Las rutinas y los rituales son muy útiles porque reconfortan y transmiten seguridad. Podemos modificarlas estirando un poco el tiempo para introducir algo nuevo, al tiempo que evaluamos un cambio positivo o no en nuestro peque.
    Por ejemplo, si acostumbran salir a comer o a cenar fuera de casa una vez por semana, intenta visitar un lugar diferente a “probar un postre” como pretexto para conocer el lugar. Pueden variar entre comida internacional, vegetariana, opciones regionales o mariscos. La curiosidad y el apetito pueden ser los motivantes necesarios para probar nuevos platillos.

    Hagan una lista

      Busca un momento para conectar con tu hijo o hija, comienza platicándole sobre cosas que siempre han llamado tu atención para incentivarle a hacer lo mismo. Comiencen a escribir esos datos en una lista y piensen en qué es lo que no les permite intentarlo. Puede tratarse de un miedo o inseguridad, por lo cual se recomienda identificar estos sentimientos para disminuirlos. Es una forma de hacernos cargo de las emociones para comprender su conexión con los pensamientos y las acciones que desencadenan.
      Intenta, como parte de la charla, pedirle que se imagine haciendo algo que le gusta, como jugar futbol, dibujar o salir de excursión. Luego pídele que piense cómo sería su vida si nunca lo hubiera intentado. De esta forma le ayudas a reflexionar que, aunque pueda existir un pequeño riesgo en cada acción, la recompensa por arriesgarse a hacerlo es más grande y reconfortante.

      Empatía y motivación

        Es igual de importante aceptar los miedos como hacerles frente. Reconocer que algo puede ser aterrador, difícil, que puede generar angustia o incomodidad está bien, pero no te detengas ahí. Expresa siempre que tienes la confianza de que tus peques tienen la capacidad de manejar esos desafíos y tolerar la incomodidad, la presión o los sentimientos negativos que pueden surgir al salir de su zona de confort.
        Los padres son como espejos para los niños, y si el reflejo que crean es vulnerable, débil o incapaz de permanecer franco, será la forma en que se verán a sí mismos.

        ¿Estamos haciendo lo suficiente?

        La tarea de la paternidad también se nutre de los momentos de reflexión. ¿Realmente es necesario que un niño aprenda a comer mariscos?, ¿qué hay con las clases de karate? Tal vez estos aspectos sean, en cierta medida, necesarios en algún momento para su desarrollo, sin embargo, considera si es que tu pequeño se encuentra dentro de los parámetros “normales” de su edad, cumpliendo con sus tareas, forjando relaciones con sus amigos, buscando saciar sus intereses, no debería porque alarmarnos un leve desinterés hacia nuevas experiencias.
        A veces nos centramos tanto en algo que olvidamos voltear a ver lo que ocurre. Lo importante es motivarlos siempre, alentándolos a salir de su zona de confort con el respaldo del cariño y apoyo incondicional de mamá y papá.
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