Carta pedagógica: Higiene y salud para tu bebé

Carta de Club Libritos
Acompañamiento del libro: El baño de Élmer
Durante el primer año de vida de tu bebé los aspectos de higiene y salud adquieren una importancia vital para prevenir enfermedades. Son sus padres quienes deben establecer baños periódicos para el bebé con el fin de proteger su salud física y favorecer un desarrollo saludable para el pequeñito/a.
Una de las primeras formas que desarrollan los bebés para descubrir su entorno es a través de la boca. Los papis deben poner especial atención en evitar dejar a su alcance objetos pequeños que puedan tragar, al igual que sustancias tóxicas y objetos sucios que pudieran causar problemas estomacales o infecciones bucales.  
El aseo del bebé es necesario para acostumbrarle a la rutina del baño, debe realizarse con agua tibia y jabón o champú neutro para evitar que irrite su delicada piel. Durante los primeros días del recién nacido el baño debe realizarse con cuidado de no sumergir al bebé, hasta la caída de su cordón umbilical esta zona puede limpiarse con cuidado con ayuda de una esponja y algo de jabón. También se recomienda esterilizar el área del ombligo con ayuda de alcohol de 70° pues ayuda al proceso de cicatrización.
Una de las partes a las que hay que prestar mayor atención a la hora del baño es el área del pañal, especialmente en las niñas, pues es una zona donde se pueden acumular restos de las evacuaciones cuando se ensucian. El lavado debe realizarse de adelante hacia atrás, para evitar el contacto del área íntima con los restos de las deposiciones.
El baño debe realizarse de acuerdo a las condiciones del clima y de acuerdo al criterio de los padres, si es que su bebé se ensucia muy seguido y el estado del tiempo es adecuado pueden hacerlo diario. Se recomienda bañar a los bebés en una bañera, con agua tibia suficiente para cubrirle hasta la pancita estando sentado. La temperatura del agua debe estar entre 35-38° C y la ducha no debería de excederse más de unos cuántos minutos para evitar que se enfríe.

Cuidados especiales a considerar

Además de los puntos antes señalados, hay ciertas recomendaciones que pueden seguir en casa para procurar una higiene óptima para tu pequeñito.
  • Corte de uñas
Los bebés nacen con las uñas un poco largas y pegadas a la piel de sus dedos, por lo que se recomienda recortarlas pasando sus primeras 3 o 4 semanas para evitar lesiones. Pueden utilizar una lima para rebajarlas y evitar que se rasguñe mientras se separa la piel de sus uñitas.
  • Cremas y lociones para bebés
Durante los primeros días de vida de tu pequeñito su piel se puede percibir seca, puesto que deja de estar en contacto con el líquido amniótico dentro de la placenta y pasa a convivir en un ambiente seco. Pasadas las primeras semanas de vida su cuerpo debería adaptarse adquiriendo un aspecto terso y suave. Pueden utilizar una crema hidratante si es que la resequedad se percibe como excesiva.
Evita utilizar productos irritantes con parabenos, alcohol y perfumes muy fuertes. Los recién nacidos cuentan con un sentido del olfato muy desarrollado. Una loción con un aroma muy fuerte podría irritarlo.
  • Lavado de cabello
El cabello de los recién nacidos se puede lavar todos los días con agua tibia y jabón o con un champú hipo alergénico. Se debe secar bien después de lavarlo para evitar que el bebé se enfríe.
  • Limpieza de oídos, nariz y boca
Para limpiar los oídos de tu bebé puedes ocupar una toallita húmeda para limpiar por fuera. Nunca utilices un hisopo, eso suele comprimir la suciedad en el oído en lugar de ayudar a limpiarlo.
Cuando el pequeñito tiene mucha mucosidad o secreción nasal tiene que realizarse un lavado nasal. Coloca a tu bebé boca arriba y gira su cabeza hacia un lado, con ayuda de una solución salina estéril aplica unas gotitas en los orificios nasales. Esto le ayudará a expulsar las mucosidades.
En el caso de la boca, no hay que esperar a la aparición de los primeros dientes para comenzar con su higiene. Limpiar sus encías con una gasa limpia con agua potable evitará la aparición de bacterias que pueden dañar sus primeros dientes.
  • Cambio de pañal
Un recién nacido puede ensuciar de 6 a 8 pañales al día. Hay que cambiarlo con frecuencia para que su piel permanezca el menor tiempo posible en contacto con sus desechos. Para su limpieza se recomienda utilizar una esponja suave y agua, puedes emplear jabón si lo crees necesario. Las toallitas húmedas son de ayuda solo si respetan el pH de su piel.
La forma correcta de limpiar a los bebés es de adelante hacia atrás para evitar el contacto de sus desechos con las áreas sensibles. Existen cremas hidratantes para aliviar las rozaduras, procura utilizarlas solo cuando sean necesarias.
La higiene de tu bebé debe realizarse con delicadeza, teniendo todos los materiales que vayan a utilizar a la mano, nunca lo dejes solo sin supervisión mientras lo bañas o le cambias el pañal. Dedícale el tiempo necesario para que su higiene personal sea la adecuada.
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