Carta pedagógica: Fomentando el amor por la naturaleza en la infancia

Acompañamiento del libro: Agu Trot

El amor por la naturaleza es un rasgo bastante benéfico para los niños, ya que les enseña a apreciar la vida en todas sus formas, lo cual los vuelve mejores seres humanos, respetuosos con el medio ambiente y con la biodiversidad que lo integra. Cualquier momento es bueno para estimular en los peques el amor por la naturaleza y las enormes maravillas que la integran, desde plantas y animales, hasta mares, montañas, desiertos y glaciares. 
Cuando un niño vive de cerca la naturaleza, despierta su entusiasmo por conocer más de ella. Es necesario que comprendan el papel del ser humano para la conservación del planeta, ya que depende de nosotros la remediación al medio ambiente, una urgencia producto de décadas de depredación de recursos, consumo desmedido de materias primas, contaminación del suelo, mantos acuíferos y del mismo aire que respiramos todos. Lo que hagamos por el ambiente lo estamos haciendo por nosotros mismos también.
La Tierra es nuestro planeta, y cuidarla es nuestro deber. Al educar a los niños para que tengan un profundo amor y respeto por la naturaleza los estamos acercando a ella. Para nutrir ese amor, lo mejor es darles a nuestros hijos la oportunidad de vivir experiencias al aire libre. Planificar actividades fuera del entorno urbano nos enseña a apreciar los ecosistemas que nos rodean. A facilitar el contacto de los niños con el campo, las montañas, los ríos, las playas, los bosques, las praderas, y todo lo que engloba la naturaleza, les damos la oportunidad de enamorarse de cada detalle.
No podemos amar lo que no conocemos, por eso a continuación, te dejamos algunas recomendaciones para acercar a tus peques a las maravillas que nos regala la naturaleza:
  • Siempre que esté en sus posibilidades, visiten el campo. La naturaleza alberga un sinnúmero de sorpresas de todos los tamaños, figuras y colores que podamos imaginar. Por donde busquemos, podremos encontrar formas de vida y manifestaciones de la naturaleza que van desde formas minúsculas, como insectos y roedores, hasta aquellas grandísimas como árboles y cascadas, e incluso tormentas, erupciones volcánicas y tornados.
  • Visiten una granja, un zoológico, un área natural protegida, un jardín botánico o un lugar donde puedan convivir con diversas especies de animales y plantas de cerca. De esta forma, tus pequeñitos se acercarán un poco a otras especies, conociendo sobre su forma de vida, su alimentación, cómo se organizan en grupos o si es que viven de manera solitaria. Estos conocimientos servirán para sensibilizarse con otras formas de vida.
  • Planta un árbol con tus niños. Este es un aprendizaje elemental como seres humanos. Si está en sus posibilidades, pueden plantar un huerto y cuidarlo. De esta forma aprenderán sobre otras formas de vida: las flores, las plantas y los árboles, además de los insectos, hongos y demás habitantes de la tierra.
  • Jugar con barro o con tierra. Anteriormente esta era una de las actividades favoritas de los niños, aunque hoy en día los juguetes, los dispositivos electrónicos y otros tipos de juegos han ido desplazando su lugar. Al jugar con tierra, excavando, moldeando y ensuciándose, los niños refuerzan su sistema inmune, además de poner en marcha sus habilidades creativas, deductivas y de investigación. Las actividades al aire libre son buenas para mejorar su resistencia física y sus habilidades motoras.
  • Organicen un pícnic en familia. Es una de las mejores maneras para acercarnos a la naturaleza con nuestros seres queridos. Disfrutar de una comida o un refrigerio mientras escuchamos el sonido de las aves, el calor del sol, lo refrescante del viento y el pasto a la sombra de un árbol es una experiencia que nos hace sentir agradecidos por la vida. Es una manera de contemplar las maravillas naturales como forma de reflexionar sobre el rol e importancia de cada una en nuestro planeta. 
En la infancia, cada descubrimiento es una alegría y cada aprendizaje una lección para toda la vida. El respeto a los árboles y las plantas, a los animales e insectos, y en general a todos los elementos que conforman a nuestro medio ambiente es una enseñanza fundamental para los niños, por lo que debemos fomentarlo desde que son pequeñitos. Tú como su papi o mami eres su principal modelo a seguir.
Adopten hábitos ambientales en casa, reduciendo el consumo de productos empaquetados, reciclando los desechos y optando por alternativas más amigables con la naturaleza. La educación ambiental es una educación de valores y convivencia sana, los niños con esta formación cuidan del medioambiente como se cuidan a sí mismos, pues entienden que es igual de importante.
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