Carta pedagógica: El juego imaginativo en los niños

Acompañamiento del libro: La Capitana Tragaldabas y el Marinero Ojo de Águila.

El juego imaginario, también conocido como juego simulado, ayuda al desarrollo cognitivo y emocional de los niños, promueve la resolución de problemas y el ejercicio de su creatividad. Los niños aprenden jugando, siendo doctores de peluches, exploradores de selvas escondidas en el jardín o siendo los chefs más prestigiados por sus juguetes.
Estos juegos imaginarios ayudan a los pequeñitos a expresarse, aumentando sus habilidades de lenguaje, favorecen su comprensión de las relaciones sociales y la resolución de conflictos cuando se desarrolla en conjunto con otros niños.
El juego simulado da a los niños la posibilidad de sustituir y representar una situación vivida por una supuesta. El niño toma nota de su entorno y gusta de imitar el mundo exterior. Hace como que conduce un auto, que vuela como pájaro, que alimenta a sus juguetes, etc. Es una apertura hacia el mundo fantástico que crea un puente entre lo irreal posible y la realidad existente en su entorno, lo que sienta las bases de su creatividad.
Los juegos imaginarios también pueden tener un carácter de compensación cuando buscan corregir la realidad. Por ejemplo, un niño que tiene prohibido comer dulces porque le hacen daño le dice a sus juguetes que no los coman porque pueden enfermarse. A su vez, el juego puede convertirse también en una catarsis, en una forma de reaccionar ante el miedo que una situación les provoca, por ejemplo, un niño que siente temor de acercarse a un perro puede jugar a acariciarlo, que lo lleva a pasear o lo alimenta.
El periodo comprendido entre los tres y los seis años es generalmente considerado como los “años dorados” del juego imaginativo, en ningún otro momento de la vida estarán tan inmersos en un mundo de fantasía. Puedes facilitar el juego de tu hijo dándole elementos y juguetes.
En las primeras etapas, los niños necesitan elementos realistas, tales como figuras en miniatura, utensilios de cocina, kits médicos y herramientas de juguete para empezar y mantener su juego. A medida que crecen y se sienten más cómodos con esta forma de juego, los elementos irreales se vuelven igual de importantes. Cajas, palitos, ramas de árboles, entre otros, pueden ser herramientas de juego con múltiples funciones. También es bueno incluir objetos como bloques de construcción, ya que amplían su imaginación, ofreciéndoles posibilidades ilimitadas.
Al permitir que los niños dirijan el tiempo de juego imaginario podemos prestar atención al desarrollo de sus intereses y fomentar su imaginación. Les suele gustar asumir el papel principal: el doctor en la consulta médica, la maestra del salón de clases o el veterinario atendiendo a sus mascotas.
Fomenta el juego imaginativo en tus pequeños con estos consejos:
  • Proporciona tiempo y espacio: Dedica un tiempo todos los días para que tu peque juegue en un espacio seguro y tranquilo donde pueda desarrollar sus dinámicas sin interrupciones.
  • Proporciona una variedad de juguetes y materiales: Disfraces, muñecos, bloques de construcción, utensilios de cocina o herramientas de juguete son algunos objetos que pueden ayudar a estimular su imaginación.
  • Participa en sus juegos: Anímate a asumir un rol, hacer preguntas sobre los personajes o ayúdale a modificar la historia del juego que está llevando a cabo. Esto fortalece el vínculo entre ambos y muestra tu apoyo a su juego.
  • Fomenta su creatividad: Anímalo a explorar diferentes roles y situaciones sin limitar su creatividad. Permítele tomar decisiones y resolver problemas a su manera, fomentando así su capacidad de pensamiento creativo.
  • Fomenta la lectura y la narración de cuentos: La lectura es una excelente forma de inspirar al juego imaginativo. Los libros ofrecen personajes y mundos fantásticos que pueden servir de base para que tu peque cree sus propias aventuras y personajes.
  • Celebra y valora su juego imaginativo: Reconoce y elogia la creatividad de tu hijo. Muestra interés por sus historias y personajes, así demuestras que valoras su imaginación. Esto le proporciona confianza y motivación para seguir explorando más dinámicas imaginativas.
Desde el punto de vista del desarrollo infantil, el juego imaginativo mejora la autoestima de los niños, la autoconciencia y el autocontrol. Incentiva a los niños a pensar creativamente, mejora su memoria, el lenguaje y sus habilidades perceptivas. Es la forma de juego más social y con el mayor impacto en el desarrollo de sus habilidades, clave para el éxito de las relaciones con otros niños.
Cuando los niños juegan de manera imaginativa con sus amigos o compañeros de escuela aprenden a cooperar y a comprometerse, así como a participar en actividades sociales y a entender las relaciones interpersonales.
¡Anímense a sumergirse en su mundo imaginativo y disfruten de las maravillas que tu hijo puede crear!
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