Carta pedagógica: Cultivando seguridad y confianza en los niños
23 enero, 2023

Acompañamiento del libro Stink, el increíble niño menguante.
La familia es el núcleo social donde los niños desarrollan sus primeras relaciones interpersonales. Para lograr un desarrollo social óptimo debemos ejercer una paternidad responsable, basada en el afecto pero también estableciendo normas y límites. Para ejercer una paternidad responsable los padres deben interesarse en conocer gustos, intereses e inquietudes de sus hijos, ofrecerles un ambiente seguro donde haya una relación de confianza colateral, donde tanto niños como padres puedan desenvolverse con tranquilidad y así lograr un ambiente de diálogo seguro.
Ejercer la paternidad desde una postura violenta, donde se abordan los problemas con gritos, amenazas y agresiones, terminará por mermar tanto la confianza como la autoestima en los niños, además de desgastar la relación cuando estos crezcan e inconscientemente repitan los patrones de violencia en su entorno cotidiano.
Establecer vínculos afectivos fuertes depende de establecer relaciones donde se expresen cariño y afecto abiertamente. Para generar una relación afectiva sólida con tus hijos, los padres deben ser partícipes en el proceso de crianza activamente, para hacer sentir a los pequeñitos como protagonistas de sus vidas, y se sientan queridos por lo que son y lo que representan para nosotros. Esto incluye aceptarlos tanto por sus cualidades como por sus desaciertos. Así es como creamos ambientes seguros, donde puede haber intimidad para platicar las situaciones que pueden presentarse en su día a día, reconociendo cuando son buenos en algo y a su vez aportando el soporte necesario para recuperarse de un fracaso.
No es correcto obligarles a establecer relaciones con personas que no les agradan (así sean otros niños), tampoco se les hace burla al expresar miedo, ni mucho menos cuando expresan cariño o estima por algún compañero o compañera de la escuela. Estos son consejos para entablar una relación afectiva sólida, donde el respeto a la individualidad de un niño es clave para generar una autoestima fuerte, mientras se le dota de tranquilidad para desenvolverse en cada ámbito de su vida.
Un niño con una autoestima fuerte, así como un sentimiento de seguridad y confianza hacia sus padres, es un niño cada vez más independiente. Desarrollar un vínculo afectivo sano los ayudará a acercarse a otros adultos en entornos cotidianos seguros, como en la escuela o reuniones familiares, cuando necesite pedir apoyo o sienta que deba expresar una opinión.
Estos consejos te ayudarán a entablar una mejor relación con tus hijos, aumentando la seguridad y confianza que tienen en sí mismos.
- Conviértete en un ejemplo de confianza y autoestima. Los pequeñitos son un reflejo de sus padres, las acciones que observan en casa las repetirán en su entorno. No significa que uno como padre no pueda sentir miedo o ansiedad ante una situación complicada, sin embargo la actitud que tomemos ante las adversidades ayudará a nuestros hijos a reaccionar positivamente cuando se enfrenten con algún problema.
- No te molestes por sus errores. El autocontrol es clave para afrontar una situación de manera positiva. Si estallamos en nuestras emociones ante una adversidad, la respuesta natural de los niños será imitar las acciones que observa. Enseñarles que todos cometemos errores es importante, así como reflexionar que todo tiene una solución. No permitamos que el temor a equivocarnos se interponga ante nuevas experiencias.
- Incentivemos a los niños a probar cosas nuevas. Si bien es fundamental apoyar a los peques a desarrollar sus talentos naturales, empujarlos a salir de su zona de confort les ayudará a diversificar tanto sus habilidades, como sus conocimientos y experiencias. Afrontar el miedo a nuevas experiencias será una herramienta que agradecerán de por vida.
- Halaga su perseverancia. Todos desarrollamos habilidades distintas, así como hay niños con una predisposición al deporte o al estudio hay quienes lo tienen para habilidades artísticas. Sin embargo muchas veces pueden interesarse en actividades que se les complica desarrollar. Adular su esfuerzo los incentivará a no darse por vencidos. Recordemos que la constancia es una mejor herramienta que el talento natural.
- Apóyalos en sus desaciertos y permita que se equivoquen. El miedo al fracaso es muchas veces paralizante, pero no hay nada peor que quedarse con las ganas por miedo a equivocarnos. Enseñar a nuestros pequeñitos la importancia de ser perseverantes ante el fracaso los incentivará a probar cosas nuevas. No hay nada más desapegado de la realidad que la perfección. ¡Motívalos a hacer las cosas sin miedo! No hay mejor maestro que el fracaso ni mejor incentivo que una actitud positiva.
- Otórgale responsabilidades. Otorgar responsabilidades para nuestros niños les hace conscientes de su impacto en el entorno. Tareas tan sencillas como tender la cama, recoger la mesa, lavar sus trastes, alimentar a su mascota y apoyar en el aseo de la casa los dotará de habilidades básicas para la vida cotidiana.