Carta pedagógica: Crianza con apego

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Acompañamiento del libro

¿Has escuchado el término crianza con apego? En este artículo te contaremos sobre lo que significa y porque ha tomado tanta relevancia actualmente.

Malcriar significa criar mal, es decir, con poco cariño, pocos abrazos, poco respeto, pocos mimos. Es imposible malcriar a un niño por hacerle mucho caso, sostenerlo mucho en brazos, consolarle cuando llora o jugar mucho con él.

Podemos definir la crianza con apego como una filosofía basada en la conexión con tu bebé de una manera instintiva, positiva, paciente, sensible y amorosa. Una conexión segura ayuda a los niños a generar relaciones positivas, empáticas y pacíficas durante su crecimiento. Es un estilo educativo centrado en las necesidades del bebé, principalmente en la necesidad de establecer un vínculo de apego con sus cuidadores principales.

Se basa en tareas sencillas pero recurrentes, escuchar al niño para sintonizar con sus necesidades y cubrirlas en medida de lo posible. Busca que los padres provean de afecto, seguridad y estimulación a su hijo con el fin de que obtenga un desarrollo óptimo. Deja de lado la opinión simplista de pensar que a los niños solo se les tiene que alimentar, asear y corregir, para contribuir positivamente en su desarrollo integral como individuos. Según la teoría del apego desarrollada por el Dr. William Sears, los lazos emocionales que surgen desde la infancia entre padres e hijos derivarán en relaciones empáticas cuando sean adultos.

La crianza con apego se caracteriza por ciertos principios (llamados las 8 B de la crianza, por sus iniciales en inglés).

  1. Prepararse para el embarazo, parto y crianza. Prepararse física y mentalmente para la llegada del nuevo bebé implica organizar las actividades de casa contemplando que durante los primeros meses dedicarán la mayor parte de su tiempo en labores de cuidado.
  2. Alimentación con respeto. La lactancia es ideal para crear un vínculo madre-hijo, aunque hay mamis que por diversas situaciones no pueden amamantar a su bebé. Lo importante es estar al pendiente de las necesidades del pequeño, de acuerdo a la demanda que tenga de alimentos adecuados para su edad.
  3. Dormir cerca del bebé. El contacto durante la noche genera una sensación de tranquilidad, así los bebés y niños pequeños experimentan un sueño más placentero.
  4. Contacto físico con amor y respeto. El contacto físico crea una relación de cercanía desde el primer momento en que una mamá toma a su bebé en brazos. Los besos, abrazos y caricias aumentan la sensación de protección.
  5. Entender el llanto como un lenguaje. El llanto es la primera herramienta comunicativa de los bebés para expresar que algo no está bien. Es primordial mantener la calma durante los episodios de lloriqueos para interpretar lo que intentan decir.
  6. Proporcionar cariño constante. Crear un ambiente de seguridad y confianza entre padres e hijos es una tarea de todos los días. Los padres deben transmitir esos valores mediante las actitudes que compartan delante de su hijo.
  7. Disciplina positiva. Como todo en la vida, hay que mantener un equilibrio entre ser demasiado permisivo y mantener una postura estricta a la hora de inculcarle disciplina a los pequeñitos. Enseñar el valor del respeto y una buena educación es primordial para construir una comunicación positiva.
  8. Equilibrio entre la vida familiar y personal. No hay mejor forma de enseñar que poniendo el ejemplo. Reforzar los valores de respeto, confianza, empatía y comunicación en pareja, así como dividir las tareas de crianza además de los trabajos domésticos ayudará a transmitir estos valores a los pequeñitos. Procuren darse un tiempo para cada quien, construir acuerdos en común es vital para mantener una relación en pareja sana.

Cada familia acopla los métodos y estilos de crianza que considera adecuados para su entorno y de acuerdo a sus posibilidades. Los principios arriba mencionados son consejos, no deben ser tomados como una receta o fórmula mágica que deba seguirse al pie de la letra para tener niños siempre felices. La labor de crianza va más allá de seguir una lista de consejos o reglas, lo mejor que pueden hacer los padres es adecuar los puntos que les parezcan importantes para un desarrollo integral de sus hijos.

Adoptar los valores que promueve la crianza con apego, como lo son el respeto, la comunicación, el amor incondicional, la paciencia, seguridad y confianza, serán los mejores consejos para contribuir a una crianza benéfica y positiva para tu bebé.

 

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