Carta pedagógica: Cocinando para comer mejor

Acompañamiento del libro: Hoy seremos chefs

En la emocionante y desafiante aventura de la crianza, nos encontramos con una amplia gama de experiencias, incluida la alimentación de nuestros pequeños. Uno de los desafíos más comunes que enfrentamos es el de los "picky eaters" o niños selectivos para comer. Si te has encontrado lidiando con este desafío, ino estás solo! La mayoría de padres ha pasado, está pasando o pasará por esto. Tener un pequeño que come poco y/o únicamente una variedad reducida de alimentos puede resultarnos estresante y agotador

Cuando un niño es extremadamente sensible en cuanto a la alimentación y muestra aversión hacia muchos alimentos, puede tener diversas consecuencias tanto a nivel físico como emocional. Aquí hay algunas formas en las que esta sensibilidad extrema puede afectar a tu hijo:
  1. Deficiencias nutricionales: Si tu hijo rechaza una amplia variedad de alimentos, es posible que no esté recibiendo los nutrientes esenciales que necesita para un crecimiento y desarrollo saludables. Esto podría llevar a deficiencias nutricionales que podrían afectar su salud a corto y largo plazo.
  2. Problemas de crecimiento: La falta de una dieta equilibrada y variada puede afectar el crecimiento y el desarrollo físico de tu hijo. Los nutrientes esenciales, como las proteínas, las vitaminas y los minerales, son fundamentales para el desarrollo de huesos fuertes, músculos sanos y un sistema inmunológico robusto.
  3. Problemas emocionales y sociales: La aversión a los alimentos y las dificultades para comer pueden causar estrés y ansiedad tanto para el niño como para la familia.
Esto podría afectar la relación entre padres e hijos, así como la interacción social del niño en entornos como la escuela o el cuidado de niños.
4. Desarrollo de hábitos alimenticios poco saludables: Si un niño desarrolla una aversión extrema hacia muchos alimentos, es posible que busque opciones alimenticias menos saludables para evitar los alimentos que no le gustan. Esto podría llevar a una dieta desequilibrada y poco saludable a largo plazo.
¿Por qué mi niño es "picky"?
Existen varios motivos por los que probar nuevos alimentos puede resultar retador para tu pequeño.
Es importante abordar la sensibilidad extrema hacia los alimentos con comprensión y paciencia. Trabaja con un pediatra o un dietista para desarrollar estrategias para introducir gradualmente nuevos alimentos en la dieta de tu hijo y asegurarte de que esté recibiendo los nutrientes que necesita para crecer y desarrollarse de manera saludable. Además, trata de crear un ambiente positivo y relajado durante las comidas para reducir el estrés asociado con la alimentación.
Por ejemplo, muchas veces, la resistencia se debe a una sensación de falta de control o miedo a lo desconocido. Al involucrarlos en el proceso de preparación de alimentos, les estás brindando la oportunidad de familiarizarse con los ingredientes, experimentar con diferentes sabores y texturas, y sentirse más cómodos y seguros alrededor de los alimentos.Además, cocinar juntos puede ser una experiencia divertida y educativa para toda la familia. Al trabajar juntos en la cocina, estás fomentando el trabajo en equipo, la creatividad y el desarrollo de habilidades prácticas. Tus hijos pueden aprender sobre medidas, habilidades de corte, técnicas de cocina y nutrición mientras participan activamente en la preparación de comidas saludables y deliciosas.
Ahora, veamos cómo puedes implementar esta estrategia en tu hogar. Aquí tienes algunos consejos prácticos para involucrar a tus hijos en la preparación de platillos:
  1. Planificación en familia: Dedica tiempo cada semana para planificar los menús y las recetas juntos como familia. Permíteles elegir algunos de los platos que les
  2. gustaría preparar y probar. Esto les da un sentido de control y autonomía en el proceso.
  3. Compras en el mercado: Lleva a tus hijos contigo al mercado o supermercado y permíteles ayudarte a seleccionar los ingredientes frescos y saludables para las comidas. Enséñales sobre la variedad de frutas, verduras, granos y proteínas disponibles y cómo elegir los mejores productos.
  4. Preparación creativa: Invita a tus hijos a ayudarte en la cocina mientras preparas las comidas. Pueden lavar y cortar verduras, mezclar ingredientes, armar ensaladas o decorar platos. Fomenta su creatividad y experimentación culinaria mientras trabajan juntos en la cocina.
  5. Degustación y celebración: Una vez que la comida esté lista, anímalos a probar lo que han preparado juntos. Celebren los esfuerzos de cada uno y disfruten de una comida en familia llena de risas y conversación.
Al involucrar a tus hijos en la preparación de platillos, estás no solo ayudando a abordar el problema de los "picky eters", sino también creando recuerdos duraderos y fomentando una relación positiva con la comida. Recuerda que el proceso de aprendizaje puede llevar tiempo y paciencia, pero cada paso que das hacia una alimentación más saludable y variada es un paso en la dirección correcta.

¡Buena suerte y feliz cocinar!

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