Carta pedagógica: Beneficios de propiciar el juego libre con los niños

Carta de Club Libritos
Acompañamiento del libro: El robot del bosque

“Jugar es la expresión más alta del desarrollo humano, en la niñez por sí solo, es la libre expresión de lo que hay en el alma de un niño”

Friedrich Fröbel

El juego libre o no estructurado es una dinámica fundamental que los niños utilizan para entretenerse y a su vez les ayuda a entender el mundo que los rodea. Podemos definirlo como un juego que surge de manera espontánea, sin directrices ni interferencias por parte de adultos. El niño decide cuándo comienza el juego y cuándo termina, cuáles son las herramientas que utiliza, las reglas o el contexto en el que se desarrolla.

Mediante estas dinámicas los pequeños asimilan su entorno, interiorizan sus vivencias para imitar o repetir comportamientos y roles que observan en los adultos, lo cual sirve como una especie de simulacro o ensayo de su vida futura. Contemplan su cotidianidad, examinando las acciones o dinámicas que llaman su atención para que en un futuro repitan algo de lo que han captado.

Por medio de las dinámicas que crean los niños durante las rutinas de juego libre motivan y estimulan sus habilidades inventivas, fomentando su creatividad e imaginación. Se convierten en constructores, exploradores, científicos, o básicamente en lo que su imaginación los motive a probar. A través del juego exploran, aprenden a relacionarse, conocen sus límites, se conocen a sí mismos y a sus amigos, además de entender la importancia de las normas de convivencia.

A los pequeñitos les encanta jugar con diversos materiales que pueden encontrar en casa, desde cajas de cartón, materiales de papelería, hojas y ramas de árboles, utensilios de cocina, hasta con las piedras que recolectan durante sus salidas al parque. A todos les encanta experimentar, descubrir y pasársela bien jugando.

¿Cómo podemos favorecer el juego libre?

El juego modifica la composición y estructura de nuestro cerebro, facilitando la memorización de conceptos, propiciando el pensamiento reflexivo, la atención y el autocontrol. La mejor forma de fomentar el juego libre es creando un espacio creativo para los niños. Debe ser un lugar adecuado para desenvolverse en un ambiente tranquilo, iluminado y espacioso.

No hacen falta materiales costosos o difíciles de encontrar, su principal guía serán sus instintos, porque lo que se pretende es que den rienda suelta a su creatividad para crear juegos y juguetes con materiales que encuentren en casa. De esta manera ejercitan su destreza manual y disfrutan de sus creaciones.

Para incentivar el juego libre en casa es recomendable dotar a los niños de materiales en su espacio creativo. El material debe adaptarse a su edad, ser inofensivo y permanecer a su alcance, siempre bajo supervisión de un adulto. Pueden organizar los materiales de su espacio por tamaños y dependiendo del tipo de material que sea. Por ejemplo, si tiene cajas grandes pueden guardar recipientes o materiales más pequeños en ellas, y las herramientas como pegamento, pinturas, tijeras, pinceles, hojas de papel o acuarelas. Así podemos incentivar su imaginación y de paso su sentido del orden.

Las dinámicas de juego durante la etapa infantil son un pilar sobre el que se sostienen otras habilidades, como la capacidad imaginativa, creativa e inventiva, promueve la generación de habilidades sociales y valores como la perseverancia, el esfuerzo, la cooperación y la resolución de conflictos, solo por mencionar algunos. Permitirles a los pequeños experimentar libremente contribuye en la construcción de una personalidad sólida, fortaleciendo su autoestima y confianza para llevar a cabo actividades nuevas y más complejas a lo largo de su vida.

 

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