Carta pedagógica: Beneficios de llevar a los niños a los museos
04 septiembre, 2023
Acompañamiento del libro: A luna le encanta el museo.
Los museos cumplen con un papel primordial al educar, generar y difundir conocimiento. Sus colecciones y exposiciones buscan generar interés en áreas, temas y periodos de la historia entre sus visitantes. El principal impacto que produce una visita al museo es la sensación de conocer una nueva perspectiva de nuestra humanidad, al transportarnos a otra época nos invita a contemplar el mundo desde otro punto de vista, separándonos de una perspectiva individual para enfocarnos en una visión más universal al revivir la historia y reflexionar sobre su impacto.
Para los niños, la experiencia en un museo se convierte en una especie de viaje en el tiempo, con vestimentas, utensilios y costumbres totalmente diferentes, incluso con animales con un aspecto casi inimaginable que algún día reinaron la superficie del planeta, o que incluso sobreviven escondidos en partes recónditas del mundo. Puede servirles para conocer sobre la vida de personajes ilustres de la historia, inspirándose en las hazañas que lograron para dejar su marca en la humanidad.
Siendo un poco más objetivos, los museos pueden despertar el interés de los niños en algún área concreta, como la naturaleza, el medioambiente, la historia, el arte o la ciencia. Puede que a través de estas experiencias encuentren sus pasiones, desarrollando nuevas habilidades y adquiriendo nuevos conocimientos para su formación personal. Aprenden a generar empatía al hacer una revisión histórica de los acontecimientos importantes, forjando un criterio propio y fortaleciendo la conformación de su personalidad.
Hay que destacar la importancia de los museos interactivos especializados en llamar la atención de los pequeñitos consentidos de casa. Estos espacios ofrecen un entorno y experiencias que difícilmente pueden replicarse en otros lugares. Son museos ricos en experiencias, con un lenguaje amigable y entendible para todos, con instalaciones que promueven el pensamiento creativo y el desarrollo intelectual en esta etapa tan importante para los peques, en donde su mente se desarrolla a un ritmo más rápido.
Estos espacios fomentan en los niños la confianza en sí mismos, fortalecen las relaciones entre padres e hijos, promueven la investigación y el sentido crítico, motivando las dudas, la imaginación y la creatividad, aspectos fundamentales para el desarrollo cognitivo y socioemocional en la infancia. Además, son un excelente remedio para despegarse de la TV o los artefactos móviles, ya que motiva a los pequeños a conocer el mundo en primera persona y no a través de una pantalla.
Una de las habilidades que desarrollan los pequeños al visitar museos frecuentemente es la creatividad, una característica de liderazgo e innovación muy importante. A partir de la creatividad es como adoptamos aficiones y ponemos en práctica nuestras habilidades. Estas experiencias evolucionan para ayudarnos a encontrar soluciones innovadoras a problemas cotidianos, a desarrollar una observación y experimentación con el entorno, nos permite generar ideas, colaborar con otras personas y establecer conexiones especiales con el mundo.
Las visitas a museos, pueden también ayudar a los niños a fortalecer sus capacidades de atención, observación, memoria y análisis. Se trata de una actividad sumamente enriquecedora para inspirar a los niños a mantener su capacidad de asombro y alimentar su sed de conocimiento. Incluso puede ser una actividad que fortalezca los lazos familiares, al asistir juntos aprenden y se divierten, fomentando los lazos de comunicación y diálogo entre padres e hijos.