Acompañamiento del libro: ¡Ups! Poquito a poco

Todos somos propensos a sentir miedo a cometer un error, y aunque equivocarnos sea parte de nuestro día a día, el miedo al fracaso es algo bastante común en la infancia. Es importante aprender a afrontarlo correctamente, ya que podemos aprender más cuando nos equivocamos después de reflexionar nuestros actos más de cerca.  

Enseñarles a los pequeños que no siempre van a tener éxito en todo es parte de una educación integral, dándoles la oportunidad de aprender a afrontar las cosas con una buena actitud. Piensa en que la manera en la que lidiamos con un fracaso nos ayuda a crecer como personas. 

Algo presente en cualquier actividad, es la opción de fallar. Cuando intentamos algo (y más probablemente cuando son nuestras primeras veces), puede que nos equivoquemos. Incluso varias veces antes de lograr hacerlo bien, y esto puede pasarnos a cualquier edad, porque somos capaces de aprender sin importar cuántos años tenemos.

 El miedo al fracaso puede reflejarse en diversas situaciones, por ejemplo, miedo a:

• Tomar decisiones (y tomar la equivocada)
• Ser rechazado
• Lo que piensan otras personas
• Miedo a que alguien sea mejor
• Miedo a no dar el ancho
• Miedo a decepcionar a mamá o papá
• Miedo a las burlas

 

Al transmitirle a los niños la idea de que un error puede ayudarnos a mejorar, ellos reaccionarán de forma positiva en lugar de sentirse frustrados. En cambio, si dramatizamos la situación, podemos hacer que se sientan mal, que no tengan confianza y se sientan desmotivados para intentarlo de nuevo.

Al fracasar aprendemos habilidades importantes para nuestra vida, como el compromiso, la paciencia, la determinación, la toma de decisiones y la resolución de problemas. Es necesario educar a los peques para que aprendan a reaccionar de forma positiva ante la frustración, evitando la decepción y con la frente en alto para intentarlo hasta conseguirlo. De esta manera aprenden de sus experiencias a perseguir sus objetivos con disciplina y determinación.

Para afrontar el miedo o nerviosismo a equivocarse, podemos ayudar a los pequeñitos contándoles nuestras experiencias, recordando cada fracaso con tranquilidad. Los niños deben comprender que van a enfrentarse con este tipo de situaciones a lo largo de su vida, y la mejor manera de hacerlo es con la frente en alto y la determinación de frente.

Te compartimos algunos consejos para abordar este tema con tus peques y a animarlos a ver el fracaso como una forma de seguir aprendiendo y mejorando. 

1. Platica tus propias experiencias

Los niños se sienten identificados al escuchar las vivencias de sus padres, ya sea porque pueden haberse encontrado en una situación similar o porque tienen una conexión con ellos. Al expresarles nuestros miedos y fracasos, les ayudamos a entender que a todos nos puede pasar. Podemos contarles sobre aquellas veces en que, en un inicio, no logramos lo que queríamos, pero con práctica, esfuerzo y constancia lo alcanzamos.

2. Celebrando los aciertos y motivando a pesar de las equivocaciones

Una buena estrategia para afrontar el miedo al fracaso es animar a nuestros peques a realizar actividades que les gusten y para los que son buenos. Puede ser una actividad artística o deportiva, lo ideal es que ellos la disfruten y tengan la oportunidad de mejorar sus habilidades.

3. Animarlos a experimentar sin miedo a fallar

Los niños deben experimentar y alejar esa idea del fracaso como algo negativo. Debemos ayudarles a entender que la vida no es una constante de triunfos, sino que es la suma de aprendizajes, errores, derrotas y aciertos la que nos lleva paso a paso hacia la meta. Podemos utilizar el ejemplo de alguna celebridad o artista famoso que llegó al éxito después de intentarlo varias veces.

4. Motivarlos a adquirir experiencias

Para ser buenos en algo siempre debemos primero adquirir práctica y experiencia. Algunos demoramos más que otros para aprender, pero la práctica es necesaria para mejorar y ganar experiencia. Las caídas serán algo seguro, pero hay que levantarnos y seguir para lograr aprender.

5. Valorar los riesgos

Para triunfar siempre vamos a correr algún riesgo. Los pequeñitos deben aprender a arriesgarse para conseguir sus objetivos. El miedo a perder siempre estará ahí, por eso hay que afrontarlo. Piénsenlo de la siguiente manera: si no se arriesgan, no pasará nada, seguirán en su zona de confort sin que las cosas cambien.  En cambio, si se arriesgan, pueden ganar o perder, que ya es un paso hacia adelante en lugar de seguir en el mismo lugar.

Ayudar a nuestros peques a afrontar el miedo al fracaso y a las cosas nuevas es necesario, pues de esta forma exploran el mundo y adquieren experiencias. Como padres y madres, nuestra tarea es animarlos para dar ese primer paso, y sin importar cuantas veces fallen, motivarlos a levantarse para continuar. ¡Que el miedo en lugar de detenernos, sirva para motivarnos!